Ambas anomalías afectan a 1 de cada 700 nacimientos y se desarrollan en las primeras etapas del embarazo, cuando el labio y el paladar todavía no se han fusionado como deberían.
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El labio leporino y la hendidura del paladar son orificios o hendiduras en el labio superior, en el techo de la boca (paladar) o en ambas partes. Se producen cuando las estructuras faciales de un feto no se cierran por completo.
Ambas anomalías van acompañadas de una malformación de la cara, que en algunos casos puede ser muy notoria.
Factores ambientales y genéticos pueden estar relacionados con la formación de un labio leporino o un paladar hendido. El consumo de tabaco, alcohol u otras drogas por parte de la madre durante el embarazo puede aumentar el riesgo de tener un bebé que nazca con labio leporino o paladar hendido. Tener un hijo que nace con labio leporino o fisura palatina aumenta el riesgo de tener un segundo hijo con este tipo de defecto congénito.
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SÍNTOMAS
Normalmente es una anomalía que se identifica de inmediato en el nacimiento. El labio leporino y paladar hendido pueden manifestarse de la siguiente manera:
– Una separación en el labio y en la parte superior de la boca que afecta uno o ambos lados del rostro.
– Una separación en el labio que puede presentarse solo como una pequeña hendidura o que puede extenderse desde el labio a través de la encía superior y del paladar hasta la parte inferior de la nariz.
– Una separación en la parte superior de la boca que no afecta la apariencia del rostro.
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POSIBLES COMPLICACIONES
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Problemas de alimentación
El recién nacido tendrá dificultades de succionar la leche de manera correcta debido a que el paladar no está formado adecuadamente.
Actualmente existen biberones y pezoneras especialmente diseñados para ayudar a estos bebés, y que así puedan succionar y enviar los fluidos hacia el estómago.
Infecciones de oído y/o pérdida auditiva
Los niños con estas anomalías son más propensos a la acumulación de líquido en el oído medio, y por lo tanto a contraer infecciones. Si estas infecciones no se tratan pueden causar pérdida de audición. Para evitar que esto suceda, los niños con paladar hendido usualmente necesitan tubos especiales colocados en los tímpanos para ayudar al drenaje del líquido.
Problemas al hablar
Como el paladar se usa para articular los sonidos, la hendidura del paladar puede afectar el desarrollo normal del habla. El habla puede sonar demasiado nasal.
Problemas dentales
Estas anomalías pueden impedir que los dientes salgan de forma normal necesitando en la mayoría de los casos, ortodoncia.
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TRATAMIENTO
El objetivo de la cirugía de labio leporino y fisura palatina es lograr una forma bonita y natural de la nariz y el labio sin la presencia de cicatrices notables en el rostro de los niños y conseguir un habla perfecta.
El momento adecuado para la cirugía depende de la deformidad y del lactante. Para un paladar hendido, a menudo se realiza un procedimiento quirúrgico en dos etapas. El labio leporino, la nariz y el paladar blando (la parte blanda y lisa de la parte posterior del paladar) se reparan entre los 3 y los 6 meses de edad. Luego, el paladar duro (la parte frontal dura del surco del paladar) se repara entre los 15 y los 18 meses de edad.
Esta cirugía consiste en cerrar el defecto del labio de manera que se reparen todas sus estructuras (piel, mucosa, labio rojo, músculo) con una cicatriz lo más escondida posible.
En el caso de la fisura palatina, la cirugía es un poco más tardía y consiste en cerrar la comunicación que existe entre boca y nariz con los tejidos del propio paladar. Además es imprescindible reparar los músculos del velo del paladar para un desarrollo del habla adecuado.
Es posible que se necesiten tratamientos dentales y de ortodoncia, terapia del habla y asesoramiento cuando el niño sea mayor.
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Si estás interesado en más información sobre estas anomalías, en Clínica Dental Sainz de Baranda estaremos encantados de ayudarte y ofrecerte los mejores tratamientos en cualquier problema de tu salud buco dental.
