Quistes odontogénicos

Los quistes odontogénicos representan el 90% de los quistes benignos maxilares y suelen presentarse como resultado de una inflamación o durante el desarrollo de un diente.

Los quistes odontogénicos son quistes dentales normalmente formados por células epiteliales que provienen del periodo embrionario, atrapadas en el interior del hueso. Estas células se van desarrollando de forma espontánea o cuando aparece algún proceso infeccioso en algún diente, y comienzan a formar el quiste dentario.

Estos quistes se pueden presentar a cualquiera edad y no tienen preferencia según el género, por lo que pueden afectar a cualquier persona.

SÍNTOMAS DE LOS QUISTES ODONTOGÉNICOS

En sus etapas iniciales son asintomáticos, si dolor, por lo que suelen ser detectados en radiografías de rutina.

No obstante, si el quiste se infecta o se agranda demasiado, puede deformar el hueso donde se encuentra y aparecer algunos de los siguientes síntomas:

– Dolor e inflamación.

– Presencia de fístulas en la encía.

– Reabsorción de las raíces próximas al quiste dental.

– Parestesias o alteraciones de la sensibilidad en los labios por compresión de estructuras nerviosas.

– Desplazamientos de los dientes.

TIPOS DE QUISTES ODONTOGÉNICOS

La  OMS lo clasifica en estos dos tipos: los quistes de desarrollo, que son aquellos que proliferan de restos epiteliales bajo estímulos desconocidos y los quistes inflamatorios, que proliferan en el epitelio bajo estímulos inflamatorios.

1. Quistes Inflamatorios

– Quiste radicular

Es el quiste odontogénico más frecuente. Se produce alrededor de la punta o ápice de la raíz dental, como resultado de la infección dentro de esa pieza dental. En general se originan como consecuencia de caries o golpes que provocan la infección del interior del diente y su posterior llegada al hueso debajo de la raíz.

– Quiste paradental

Clínicamente se localiza en la superficie distal y superficie mesial, y en el 87% de los casos aparece en hombres de unos 30 años de edad.

2. Quistes de Desarrollo

A continuación detallamos los más comunes:

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– Quistes gingivales de la infancia

Suelen aparecer en el paladar y son conocidos como perlas de Epstein. Tienen un tamaño de unos 2 o 3 mm y se repiten espontáneamente antes de los tres meses de un recién nacido.

– Quiste dentígero o folicular

Este tipo de quiste rodea la corona dental, no creciendo en posición intraósea. Su localización suele darse entre los terceros molares maxilares y los segundos premolares mandibulares, y es más común en jóvenes entre 20 y 30 años.

– Queratoquistes orontogénicos

Esta es una de las variedades primordiales por su importancia, ya que tiene complicaciones clínicas y pronósticas. Puede aparecer tanto por la lámina dental como por sus restos. Suele aparecer más en varones, en la zona mandibular.

– Quiste periodontal lateral

Se localiza en el lateral de la raíz de un diente erupcionado, cuyo pico máximo de aparición es entre los 40 y los 70 años, aunque puede hacerlo a cualquier edad y se encuentra revestido por epíteto no queratinizado con engrosamiento en placa.

– Quistes de erupción

Son desarrollados sobre el tejido blando, en la corona del tejido de erupción. Aparecen principalmente en jóvenes de 10 a 20 años, y tienen tendencia a ser pasajeros. Aparecen como una hinchazón blanquecina con tonos azulados.

TRATAMIENTO

El tratamiento varía según el tipo de quiste. Los quistes radiculares se pueden tratar mediante una endodoncia. En otras ocasiones, es necesario drenar el quiste o extraerlo por completo.

Estos quistes no suelen ser malignos, pero es muy importante estar atentos para que no ocasionen problemas mayores. Las revisiones periódicas al dentista solucionan la mayoría de los problemas buco dentales antes de que lleguen a ser más peligrosos.

En Clínica Dental Sainz de Baranda estaremos encantados de poder ayudarte en todo lo relacionado con la salud de tu boca.