ENFERMEDADES BUCODENTALES MÁS COMUNES

Existe una extensa variedad de enfermedades bucodentales que pueden poner en riesgo la salud de nuestros dientes y encías.

Algunas de ellas son bastante más comunes que otras. Estas poseen una alta prevalencia entre la población y son más propensas que otras a desarrollarse en algún momento de nuestra vida.

En Clínica Sainz de Baranda vamos a hablarte sobre ellas para que puedas identificarlas.

  1. Caries dentales.

La caries es la segunda enfermedad más frecuente por detrás del catarro, y se origina por falta de higiene y consumo de alimentos ricos en azúcares. Se estima que las caries afectan al 90% de la población mundial, por lo que es muy probable que la hayas padecido en algún momento de tu vida. Además, puede desarrollarse a cualquier edad, a partir del momento en que empiezan a erupcionar los primeros dientes de leche.

Esta enfermedad se puede prevenir si se mantiene una correcta higiene oral. Aunque hay personas que poseen mayor predisposición genética a padecer caries, se trata de un factor que influye en menor medida.

Una correcta higiene bucodental consiste en cepillarse los dientes, por lo menos, dos veces al día, aunque lo más aconsejable es realizarlo después de cada comida. Es muy importante el uso del hilo dental, ya que el cepillo no puede acceder a los espacios interdentales, y es aquí donde se forman muchas de las caries.

Hasta que la caries no está en un estado avanzado no produce dolor, por lo que no vamos a tener síntomas antes de que esto suceda. Por este motivo son muy importantes las revisiones anuales, donde tu dentista comprobará que todo está en orden. Esta enfermedad es fácil de tratar, en los estados iniciales con un empaste bastaría, y en el peor de los casos se realizaría una endodoncia.

  • Gingivitis.

La gingivitis afecta al 59,8% de la población española, y apenas 14.8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene unas encías sanas.

Como ocurre con la caries, la higiene bucodental es primordial en la aparición de esta enfermedad, la cual se encuentra dentro de las denominadas enfermedades periodontales, y se trata de la fase inicial.

La gingivitis se caracteriza por la inflamación y enrojecimiento de las encías, y aparece cuando existe un exceso de bacterias alrededor del diente originado por la acumulación de la placa y del sarro. La primera señal de alarma de esta patología es el sangrado que aparece durante el cepillado.

Es de vital importancia acudir a tu clínica dental de confianza para tratarlo lo antes posible, ya que si no se cura puede convertirse en periodontitis.

  • Periodontitis o piorrea.

Es una enfermedad periodontal en fase severa y surge cuando no se ha corregido a tiempo la gingivitis.

Su prevalencia también afecta a buena parte de la población española, a un 25.4%, aunque se acentúa con la edad.

Las bacterias se desarrollan por la línea gingival y alcanzan el hueso y los tejidos que soportan al diente. Esto provoca una serie de síntomas muy concretos de esta enfermedad: recesión de encías, halitosis o mal aliento, provocando incluso la pérdida del diente.

La periodontitis puede convertirse en una enfermedad periodontal crónica, por lo que es muy importante acudir al dentista ante los primeros síntomas.

El tratamiento a realizar será un curetaje dental para para limpiar la zona subgingival y así evitar la pérdida del diente.

  • Halitosis o mal aliento.

La halitosis está provocada, en el 90% de los casos, por una higiene bucal pobre o descuidada. Por ello es muy importante el correcto cepillado de dientes y uso de hilo dental después de cada comida.

También encontramos un tipo de halitosis provocada por problemas del sistema digestivo o respiratorio. Puede ser un aviso de enfermedades más graves como el cáncer bucal o problemas en los riñones o el hígado. De ahí, la gran importancia de acudir al dentista para que evalúe todos nuestros problemas bucodentales.

  • Llagas y aftas.

Es más que probable que las hayas sufrido en algún momento de tu vida, pues es una patología de lo más común.

Son unas lesiones bien identificables, ya que acostumbran a tener una forma redondeada y ser de color blanco.

Por norma general suelen aparecer en la lengua o en interior de la mejilla debido al roce de un objeto o por habernos mordido accidentalmente. No hemos de confundirlas con el herpes labial, ya que las aftas no son contagiosas.

Resultan muy molestas, aunque no presentan un mayor riesgo para nuestra salud bucodental.

Las aftas no requieren de tratamiento, ya que remiten solas pasados dos o tres días, aunque en las farmacias podemos encontrar productos específicos que aceleran su curación.

  • Herpes labial

El herpes es también conocido por “calentura”, y en apariencia es muy similar a las aftas, pero la primordial diferencia es que el herpes labial es contagioso y está causado por el virus del herpes simple (VHS-1).

En la mayor parte de los casos los individuos se contagian de este virus en la infancia y dura toda la vida, ya que el virus nunca se elimina del cuerpo. Es por ello que sufriremos repetidos episodios de herpes labial a lo largo de nuestra vida.

Como ya hemos comentado anteriormente no hay tratamiento que elimine el virus, pero sí existen pomadas que disminuyan sus molestias.

  • El bruxismo.

Se trata de una de las patologías bucales más complicadas de controlar ya que estamos ante una acción involuntaria de mordida mientras se duerme.

La fuerza realizada al contraer los músculos de la boca puede provocar graves problemas en las encías y en el desgaste de la superficie dental.

La principal causa del bruxismo suele la ansiedad o el estrés.

En casos más graves, se recomienda llevar férula de descarga mientras se duerme para que la presión no se ejerza sobre dientes y encías.

  • Cáncer oral

Según la Organización Mundial de la Salud, “la incidencia mundial de los cánceres de labio y de la cavidad bucal se estima en 4 casos por 100.000 personas”. Es España posee una incidencia anual de 6 a 13 casos por cada 100.000 hombres y de 1 a 2 casos por cada 100.000 mujeres, aproximadamente.

Las principales causas de su aparición son el consumo de tabaco y el alcohol.

Sus síntomas pueden confundirse con otros de enfermedades leves. A continuación, os los exponemos para que estéis atentos ante cualquier señal de alarma.

  • Dificultad para masticar o tragar.
  • Aftas que no se curan.
  • Manchas blancas o rojas en la boca.
  • Problemas de movilidad en la mandíbula y la lengua.
  • Bultos en la cara, cuello, mejillas, mandíbula, encías o lengua.
  • Problemas a la hora de hablar.
  • Pérdida de peso sin explicación aparente.

Para evitar la aparición de estas y otras enfermedades bucodentales, es muy importante respetar las recomendaciones de los odontólogos y realizar periódicamente revisiones dentales.

No hay mejor tratamiento que la prevención, en Clínica Sainz de Baranda estaremos encantados de poder atenderte.