El sarro es uno de los problemas dentales más tratados cada día en nuestras clínicas dentales de Sainz de Baranda 39, ya que no solo afecta a la salud bucodental del paciente, sino que también puede provocar un efecto antiestético sobre quien lo padece, desluciendo su sonrisa.
El sarro o tártaro dental es la placa bacteriana de color amarillento que se acumula entre las piezas dentales. Esta excesiva acumulación de bacterias es causa directa de una mala eliminación de los restos de comida durante el cepillado. Esta placa amarillenta puede llegar a extenderse entre los dientes, en los bordes de las encías e, incluso, debajo de estas.
La acumulación de esta sustancia es causante de una de las enfermedades orales más comunes: la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías), por lo que desde Clínica dental Sainz de Baranda queremos ofrecer una serie de consejos para tratar de evitar su aparición:
- Es fundamental una correcta higiene oral: el sarro y muchas otras enfermedades bucales surgen a partir de una limpieza oral deficiente. Recuerda cepillarte los dientes tres veces al día y no olvides acudir a nuestras clínicas dentales en Madrid, al menos, una vez al año, para realizarte una limpieza oral completa y profesional.
- Vigila tu alimentación: esta alteración bucal está muy condicionada por los productos que consumimos. Por ello, debemos beber excesivo de café, vino tinto, bollería… y fomentar la ingesta de alimentos, como las verduras y las frutas, ya que fortalecen las encías y ayudan a evitar que sangren.
- Beber abundante agua: mantener un buen nivel de hidratación no solo es sano para nuestra salud en general, sino que ayuda a que no se acumulen los restos de comida entre los dientes. No obstante, es importante tener en cuenta el líquido que ingieres. Intenta que siempre sea agua, ya que las bebidas con azúcares ayudan a la creación de caries.
Sigue nuestros consejos para evitar la aparición de sarro y, sobre todo, no dudes en acudir a cualquiera de nuestras clínicas para tratarlo si crees que lo sufres. Es fundamental frenar la propagación de estos microorganismos y bacterias para evitar complicaciones mayores.