Ponerse implantes dentales es la mejor forma de recuperar la estética y funcionalidad de la boca después de la pérdida de uno o varios dientes. Tienen multitud de ventajas, pero también requieren unos cuidados muy concretos, y superiores incluso a los de la dentición natural para aumentar su vida útil y mantenerlos en perfectas condiciones.
CUIDADOS DE LOS IMPLANTES DENTALES
Cuidar los implantes dentales empieza por mejorar los hábitos diarios y añadir otros nuevos. Aunque pueda parecer algo complicado, lo cierto es que resulta bastante sencillo cuando se adquieren dichos hábitos.
LIMPIEZA EXIGENTE
Cepillar los implantes tres veces al día es básico, igual que ocurre con los dientes naturales. Además, es necesario agregar otras rutinas si es que no se tenían antes, como utilizar el hilo interdental y enjuagar la boca con un colutorio de calidad.
CUIDAR LA ALIMENTACIÓN
Consumir ciertos alimentos causa un deterioro notable en los implantes. El alcohol debería reducirse todo lo posible y el tabaco eliminarse directamente, puesto que se ha demostrado que favorece la pérdida del hueso que rodea los implantes.
REVISIONES PROFESIONALES
Una de las rutinas que también habrá que tener en cuenta es la de acudir al dentista con mayor frecuencia. Será el propio profesional quien recomiende las revisiones anuales, pero por lo general deben llevarse a cabo entre una y cuatro veces al año.
CONTROLAR LA MORDIDA
Muchas personas tienen ciertos vicios adquiridos, como rechinar los dientes o apretar la mandíbula en situaciones de estrés. Esto es perjudicial para los dientes naturales, pero lo es mucho más para los implantes, por la presión a la que se someten.
El primer paso para conseguir unos implantes dentales inmejorables es acudir a un dentista profesional y especializado en este tipo de intervenciones. Ven a visitarnos para que podamos ofrecerte un trato personalizado y adaptado a tus necesidades.